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No sabía cómo empezar esto, pues son tantos los sentimientos
que tu me provocas.
En estos momentos me siento como un ángel en todo su
esplendor, como ese ángel que llegó a tu vida y se lanzó a la aventura.
Hoy me encuentro aquí, recordando todo lo vivido contigo.
Cada minuto, cada segundo los guardo muy adentro de mí. Sé que tengo esa
capacidad de volver a acordarme de cada gesto,
palabra, detalle y estoy segura que lo seguiré haciendo aún cuando los últimos rayos de sol acaricien
mi rostro envejecido. Porque olvidar a ese alguien que abrió las puertas de su
corazón para dejarme entrar y poco a poco sanar sus heridas, olvidarlo… sería difícil, complicado, riesgoso, sería separar
mi cabeza del corazón, por tanto perderlos a los dos.
Hoy me doy cuenta que has sido, eres y quiero que sigas
siendo mi ángel, me has enseñado más
de lo que podía imaginar, me has enseñado a valorar las dos caras que tiene el
amor. Siempre me mostraba reacia a sentir ese otro lado, tenía miedo, pero me
hiciste comprender que siempre sí se puede aprender de aquello. Es verdad que a
veces te ha tocado ser duro, pero yo también he pecado de hacerte llegar a esos extremos. Sé que la paciencia no es una
de tus virtudes y sin embargo te agradezco que la hayas adoptado por continuar
en esta historia, nuestra historia.
Aquí no hay responsables, no hay culpables, lo que nos haya
tocado vivir en aquel pasado es simplemente eso, pasado. Yo sólo he querido
mostrarte este nuevo camino junto a mi, sin rencores ni odio. Mostrarte un
nuevo concepto de la vida, que siempre hay algo más, que aún cuando la vida se
empeñe en darnos golpes aún así seguiremos allí, levantándonos, limpiándonos la
tierra de las rodillas y volviendo a sacudir nuestras alas para volver a ese
camino. Porque sí los ángeles también
sienten pero he allí nuestra fuerza, no perdemos la esperanza, la ilusión
por lo que queremos, y podremos parecer
¨pesados¨ pero es que somos así.
Sí me basta tenerte así en silencio a mi lado, en mis
brazos, si que soy feliz. El contemplar tu rostro mientras duermes y cerrar mis
ojos cuando despiertas, sentir tu respiración al son de la mia y escuchar esos
latidos de tu corazón cada vez mas fuertes me hacen feliz. Y ahora también soy yo la que puede valorar el
tenerte así, porque son nuestros momentos, en ese espacio creado por los dos.
Gracias mi ángel por haberme invitado a esta aventura a este
camino, por coger mi mano y apretarla fuerte para no soltarla, porque tu
también venías con la ilusión y esperanza guardadas en el fondo de tu corazón,siempre
confíe en ti y lo seguiré haciendo. Ahora vivamos cada momento y sigamos
construyendo nuestros sueños.
Porque Eres tú mi ángel...Victor
Te amo.
