No sé si aún a estas alturas hayas conseguido entender mi
idioma. Es que son miles las cosas que tengo cada día para decirte. Y quizás de
esa emoción que me entra al verte se me enredan todas las palabras.
Mira, intentaré resumirte, que conoces mis defectos, por
donde mas cojeo y que aún así me ayudes, a tu manera , es de agradecer.
A veces solo necesito escuchar tu voz para sentir que estás
ahí, que no has desistido y que digas al igual que yo, que esta vida es dura
pero que aquí te mantienes.
Sabes, rebuscando entre nuestros recuerdos, encontré en tus
palabras reflejando un Gracias por
ser yo quien te sacaba de esa coraza. Entonces, comprendí que no son muy lejanas esas palabras y que soy
yo quien las ha olvidado. Dicen que es malo buscar en el pasado pero no lo es
si es para aprender de él.
Hoy, el último día solo quiero decirte que siento mucho
haber tardado tanto para darme cuenta lo
que me pasaba, que por mi torpeza he dicho cosas sin sentido y que recordar
todos y cada uno de los momentos que he
vivido junto a ti, buenos y malos, me
han servido para entender porque te mantienes aquí.
Siento mucho haberme quedado atrás en el camino, haber
tenido miedo a todo lo nuevo que vivía, haberme soltado de la mano por creerme
incapaz de crecer. Y cuando estaba perdida no poder ver entre la niebla que seguías ahí, esperando a
que esta vez sea yo quién avance.
Hoy sabes porque momento estoy pasando, confías en que pueda
superarlo, por eso hoy me alegra poder aclarar el camino que nos llevó un día a
unirnos.